Salud mental
Una descripción general
La salud mental y la ley interactúan de numerosas maneras. El término "competencia" se refiere a una conclusión legal de que una persona es capaz de celebrar un contrato vinculante, transferir bienes o participar en un proceso legal. La prestación de servicios de salud mental está regulada y, hasta cierto punto, apoyada públicamente.
Estándares legales en torno al proceso por el que los enfermos mentales pueden ser obligados, contra su voluntad, a recibir tratamiento. Los estatutos de internamiento involuntario, ya se califiquen de civiles o penales, están sujetos a la cláusula de proceso debido de la 14.ª Enmienda. Esto es así porque el internamiento involuntario infringe gravemente el derecho de una persona a estar libre de restricciones gubernamentales y el derecho a no ser confinado innecesariamente. Las cortes han sostenido que dichos estatutos tienen que guardar alguna relación razonable con el propósito por el que se interna a la persona.
Por último, y más significativo, el sistema de justicia penal tiene, por necesidad, que abordar los asuntos de la responsabilidad, la idoneidad del juicio y el tratamiento a la luz de consideraciones de salud mental.
Los estados dictan cómo y cuándo puede invocarse la defensa por demencia en la corte estatal, mientras que el gobierno federal lo hace para el sistema de cortes federales. En 1984 se aprobó la Ley de Reforma de la Defensa por Demencia (Sección 17 del Título 18 del Código de Estados Unidos (U.S.C., por sus siglas en inglés)). En general, hizo recaer en el acusado la carga de probar la demencia y recortó el uso de la enfermedad mental como defensa. Hoy en día, rara vez se invoca demencia y de aquellos, solo una cuarta parte tiene éxito.
[extraído del sitio web de Cornell Law]